El dilema de la cámara oculta

Mientras tanto, Villarrubia tenía otro problema. Eventualmente, su investigación se convertiría en un documental y para ello necesitaría imágenes convincentes. Pero ni los aldeanos en Chivilcoy, ni los alemanes viviendo en “La Solita” era probable que accedieran a ser filmados. Por lo que el equipo editorial de CONTACTO decidió que tanto el camarógrafo y Villarrubia llevarían ocultas.

El uso de cámaras ocultas fue una táctica común en las investigaciones de CONTACTO y fue ampliamente utilizado en el periodismo chileno en general. Técnicamente la legislación chilena prohíbe la captura de imágenes y conversaciones privadas. Sin embargo, los tribunales están generalmente a favor del periodista, si el informe resulta en beneficio del público. El punto, argumentan los defensores, fue la captura de imágenes que podría ser de alguna otra forma, indemostrable. En CONTACTO, su uso está sujeto a la discrecionalidad del editor responsable.

Bazán Cardemil

Sin duda, existieron problemas. ¿Qué pasaría si un periodista con una cámara oculta fuera descubierto por las autoridades o, peor aún, por alguien armado y peligroso? ¿Cómo podría un periodista saber de antemano si su historia sería de vital importancia para el público? Rodríguez reconoció que las líneas eran un tanto confusas y subjetivas.

Rodríguez